5 pasos básicos del Storytelling: Haz que tu discurso sea memorable contando historias estratégicas
- Nhuna Daiana Jiménez
- 2 sept 2020
- 3 Min. de lectura

El arte de contar historias, el Storytelling, es una maravillosa herramienta que nos permite posicionar nuestras ideas en la mente de la audiencia a través de una narración creativa de sucesos que invita al público a la reflexión.
Narrar historias es una forma genial de transmitir mensajes. Porque, permítete pensar; ¿Cuánta de tu sabiduría personal está relacionada con lo aprendido a partir de reflexiones sobre tus propias vivencias? ¿Cuánto conocimiento en tu memoria tiene que ver con historias que te han contado? ¿Acaso no son cuentos, parábolas o anécdotas lo que han utilizado todos los grandes Maestros de la historia para dejarnos de legado grandes aprendizajes?

Se nos hace más fácil recordar lo que aprendemos cuando la información ha sido recibida a través de narraciones fantásticas y creativas. En principio porque toda buena historia estimula nuestra imaginación, nos invita a vivir la experiencia en nuestra mente y despierta nuestras emociones. Además, porque es sencillo conectar con las historias que nos cuentan, de algún modo siempre nos identificamos con algún personaje o con alguna de las vivencias que se narran. Por eso nos gusta escuchar historias, porque nos reflejan, nos emocionan y nos acercan.
Esa facilidad de conexión que tenemos con las historias es lo que hace del Storytelling una herramienta poderosa para comunicar. Pero no se trata solamente de ponerse de pie y echar cuentos. Como todo instrumento, debemos aprender a utilizarlo. Así que a continuación te comento 5 pasos básicos del Storytelling que te ayudarán a contar mejor una buena historia y lograr el propósito de transmitir tu mensaje y hacerlo memorable:
1. Domina el arte de saber comenzar
Es muy importante que logres definir un inicio que sorprenda, para así captar de inmediato la atención e interés de la audiencia hacia la historia que vas a relatar. ¿Cuál es la chispa que utilizarás para encender la llama de la curiosidad en tu público?

2. Desarrolla un contexto
Recuerda responder las preguntas básicas de toda narración de sucesos: ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿A quién le ocurrió? ¿Dónde, Cuándo, Cómo y Por qué sucedió? Cada uno de estos elementos argumentados de manera lógica te ayudarán a describir mejor tu historia y a ofrecer a tu audiencia información detallada que le permitirá conectarse con el protagonista de los hechos.

3. Resalta los obstáculos
Destaca el conflicto, describe cuáles son los desafíos, las situaciones difíciles, los fracasos que el protagonista tiene que enfrentar en la historia. Mostrar la vulnerabilidad de alguien lo hace cercano, confiable, creíble; y siempre estaremos más dispuestos a escuchar a quien se nos presenta de modo transparente, admitiendo sus defectos, demostrando que es imperfecto como nosotros.

4. Muestra la solución
Una buena historia debe resaltar cómo el protagonista logra solucionar su conflicto, cómo vence sus obstáculos y supera sus desafíos. Porque si bien es cierto que la audiencia se conecta con la vulnerabilidad, siempre espera un final feliz, un desenlace triunfante. La esencia de una buena historia es mostrar un proceso de transformación, ofrecer una narración donde todo termine mejor que como empezó.

5. Presenta el aprendizaje
Señala al final cuál es la moraleja de la historia, qué lección enseña, cuál es la invitación o llamado de acción para la audiencia. Recuerda que, en definitiva, la historia que cuentas no es importante en sí misma, es un instrumento creativo, la herramienta emocional que te sirve para ayudar al público a captar y comprender el mensaje clave que quieres transmitir y lo que hará tu discurso memorable.

¡Permítete contar tu historia! Finalmente, somos las historias que nos cuentan, las que contamos y nos contamos.
Y conectamos con los demás a través de las historias que nos unen, las que también nos cuentan de sí mismos y que vemos cuánto se parecen a las nuestras.
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