5 Tips para gestionar una burla de manera poderosa
- Nhuna Daiana Jiménez
- 31 mar 2022
- 3 Min. de lectura

¿Has sido en algún momento objeto de burla? ¿Has reaccionado a la crítica u ofensa con rabia o dolor? ¿Has sido tú alguna vez quien agrede con sus palabras? ¿Te has “defendido” a golpes de alguna situación?
Pues te confieso que, a cada pregunta, te puedo responder: YO SÍ. He cometido ambos errores; el de ser víctima y el de ser verdugo.

Pero todas esas circunstancias - que nos han puesto a prueba y que no hemos logrado superar - son una invitación para aprender, enmendar y crecer.
Así que te invito a que ya dejemos de opinar sobre #WillSmith y su comportamiento en los premios Óscar y pasemos a lo productivo.
Aprendamos juntos cómo gestionar una burla de manera poderosa:
1. NO TE LO TOMES PERSONAL: Trabaja cada día en serenar tu mente y tu corazón, de manera que cuando estés frente a la burla u ofensa puedas recordar que lo que te están diciendo no es contra ti. Inclusive cuando alguien quiere de verdad lastimarte, ese propósito evidencia sus miedos, miserias y/o creencias, no las tuyas. Y si te duele, mírate; es la advertencia de que no has sanado, te están gritando por dentro tus carencias, mejor enfócate en trabajar en eso y no en el agresor. No te tomes nada tan a pecho, una persona poderosa es difícil de ofender.
2. RECIBE LA BURLA CON GRACIA: No gastes energía en sentir lástima por ti, ni mucho menos en experimentar rabia por el agresor. Invierte el tiempo inmediato a la ofensa en respirar profundamente, en sonreír y aquietar tus emociones. Tal vez, mirándolo bien, hasta descubras que es una buena oportunidad para reírte de ti mismo y aligerar una carga. No pierdas tu encanto.

3. ENTIENDE LO QUE SUCEDE: Tu primer mandamiento debe ser darte el tiempo para “mirar” lo que está pasando de manera neutral, para evaluar y entender el contexto. ¿Qué está sucediendo realmente, cuál es el propósito exacto de la burla? ¿Qué aspecto positivo puedo rescatar en esta situación? Recuerda que siempre puedes voltear la tortilla y poner el viento a tu favor.
4. CONTROLA TUS ACCIONES: Reaccionar es instintivo, por eso está prohibido. No te empeñes en dar respuesta, en defenderte o justificarte. Calma tu ego y enfócate en preservar tu paz. Un comunicador poderoso conoce el valor de la pausa, la respiración y el silencio. No estamos realmente obligados a decir ni hacer nada frente a una burla u ofensa.
5. CONFRONTA CON ELEGANCIA: Si luego de tu evaluación neutral - y después de un buen baño de autoconfianza y amor propio - consideras importante asumir posición y responder, hazlo con dignidad y clase. Actúa con respeto, corrige en privado, expresa cómo te sientes sin victimizarte, habla con empatía y plantea mejoras para ambas partes.

Finalmente, no olvides que somos humanos. Nadie es infalible. Por eso es importante que el trabajo para mantener tu serenidad y estado de consciencia sea constante, no solo un llamado en los momentos de tensión. Con suficiente oxígeno circulando en tu cerebro y conciencia plena en tu presente es menos probable que se vuelen tus tapones.
Y, por favor, cuando “pongas la torta” procura no quedarte mucho tiempo embarrado de merengue. Sé compasivo pero no indulgente con tus fallas. No pierdas el tiempo en señalamientos, juicios ni lamentaciones. Aprende a asumir tus errores, a corregir de manera oportuna, donde se deba y se pueda, y dale pa´lante.
Comments