El enorme poder del contacto físico en la comunicación
- Nhuna Daiana Jiménez
- 7 sept 2021
- 3 Min. de lectura
Hablemos del arte de tocar, ¿Sabías que podríamos morir a los pocos días de nacer si no tenemos contacto físico con alguien más?
Así de poderoso es el sentido del tacto para los seres humanos. Y en estos tiempos de distanciamiento social obligado hemos podido redescubrir el enorme valor que tiene la posibilidad de hacer contacto físico para cultivar mejor nuestras relaciones y lograr una comunicación más cercana y efectiva con los demás.

Saber utilizar el contacto físico tiene muchas ventajas en comunicación, está ampliamente comprobado que no solamente genera beneficios en la salud física y mental de las personas que lo reciben sino que otorga un alto poder de persuasión a quien lo ofrece. Claro está, hay que saber cuándo, dónde y cómo tocar a los demás.
Tocar a una persona también tiene sus riesgos; porque se puede producir un efecto contrario al deseado si no lo hacemos con naturalidad, de manera genuina, o si no consideramos la personalidad del otro y el contexto.
En el ámbito de lo social y profesional - además del ampliamente aceptado y gentil cruce de manos - lo recomendable es enfocarse en tocar a los otros de manera afectiva y respetuosa, no más allá de los hombros, la parte superior de los brazos y la parte superior de la espalda. El resto del cuerpo se considera vulnerable y el contacto físico allí ya supone vínculos más estrechos o relaciones más íntimas.
También es importante ser cuidadosos con el espacio personal; el contacto físico debe ocurrir desde una sana distancia, porque acercarnos demasiado puede ser visto como una violación al círculo de intimidad del otro. Tengamos en cuenta, en este caso, que el espacio vital alrededor de cada quien ronda entre los 45 y 120 centímetros, distancia que variará según características personales, culturales, etc.

Mas, en definitiva, utilizado correctamente, el contacto físico es una herramienta de apoyo muy valiosa que puede contribuir a que logremos el impacto e influencia que deseamos al comunicarnos con los demás.
En este sentido podemos destacar algunas de sus ventajas:
El contacto físico incrementa nuestro poder de persuasión

Investigaciones sobre el contacto físico evidencian que a través del tacto podemos influir en el comportamiento de las personas; con solo tocar a alguien podemos hacer que se calme o que por el contrario se altere. Además, tocar al otro de manera consciente y coherente nos permite acentuar el sentido e importancia del mensaje que queremos transmitir.
Tocar a otros de la manera apropiada transmite cercanía y liderazgo
El contacto físico con los demás hace aumentar en ellos nuestra percepción de simpatía. Nos ayuda a socializar, a transmitir proximidad y demostrar interés.
El contacto físico nos aproxima afectivamente los unos a otros

A través del sentido del tacto generalmente comunicamos emociones positivas, establecemos vínculos afectivos únicos y recibimos información emocional que de ninguna otra forma podríamos obtener.
Involucrar el tacto al interactuar con los demás nos muestra más honestos y confiables
Diversos estudios han demostrado que el contacto físico activa la córtex cerebral, la parte más grande y nueva del cerebro, relacionada entre otras cosas con los sentimientos de conformidad y confianza.
Quien toca a los demás al conversar proyecta mayor estatus y poder social

La capacidad de contacto físico está muy relacionada con nuestra valoración personal, nuestra autoconfianza, seguridad y autoestima. Por otra parte, el sentido del tacto permite expresar deseos de protección, apoyo y soporte, además de lograr despertar en los otros sentimientos de confort y gratitud.
¿Conocías todos estos beneficios? ¿Consideras que sabes gestionar el contacto físico al interactuar con los demás? ¿Eres cercano o invasivo? ¿Eres influyente o sumiso?
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