La Actitud Positiva y sus bondades en el Arte de Hablar en Público. 7 Recomendaciones básicas
- Nhuna Daiana Jiménez
- 21 oct 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 22 oct 2020

Si cabe en tu mente, cabe en tu mundo. ¿Has escuchado antes esta frase, cierto?
Y así es, lo que piensas lo creas.
Tu mente cree firmemente en lo que te dices. Por eso, si queremos ser exitosos en nuestra forma de comunicar, es importante que nos enfoquemos en tener pensamientos positivos - amorosos, compasivos, constructivos, optimistas, alegres, entusiastas - sobre los resultados que obtendremos con nuestro discurso o presentación.
Mantener un estado mental positivo nos ayuda a edificar nuestra autoconfianza y seguridad personal; elementos imprescindibles para comunicarnos de manera efectiva, con coherencia, convicción y carisma. ¿Quieres ser muy bueno hablando en público? Comienza por pensar bien de ti mismo. Piensa positivo y hablarás mejor.

Además, en la medida en que nuestra mente está programada para pensar y actuar de manera positiva, tenemos un cerebro más sano, más apto para aprender; así como también podemos disfrutar de una relación más amable con nosotros mismos y, por tanto, con el resto del mundo.
Sé consciente del poder de tus palabras y de la magia que eres capaz de crear con tus pensamientos. Es importante que NO desperdicies tu capacidad creativa ocupando tu mente con ilusiones negativas. Debes concentrarte día a día en cuidar tu energía, porque lo que vas construyendo dentro de ti, en definitiva, es lo que proyectas y entregas a los demás.
Ten presente que nuestro cerebro es una súper computadora, pero no piensa por sí mismo. Se alimenta de lo que hablamos y sentimos. Todo lo que nos decimos, las emociones que experimentamos y la forma cómo las procesamos internamente va estructurando el programa que gestiona nuestra mente. Por eso es muy importante vigilar el tipo de conversaciones internas que tenemos.

Entrenando tu mente para lo positivo y manteniendo una actitud optimista podrás enfrentar mejor cualquier escenario y cualquier audiencia: Una mente positiva organiza mejor sus ideas, está más dispuesta para la creatividad, encuentra soluciones con mayor facilidad, puede pensar en calma y con serenidad, se enfoca en ofrecer grandes resultados y no en el miedo al proceso de generarlos.
Como vemos, el pensamiento positivo es una herramienta útil para todos los aspectos de la vida, mucho más para quien tiene y asume el compromiso de hablar en público, porque no solamente se hace bien a sí mismo, sino que finalmente puede también transmitir e inspirar cosas buenas en los otros.
La mejor noticia es que el estado mental positivo no es un súper poder ajeno a nuestra condición humana imperfecta. La actitud positiva no es más que un hábito. Una habilidad que podemos desarrollar. La única diferencia entre alguien que cultiva el pensamiento positivo y alguien que no es bastante simple: Una decisión consciente.

Decide entonces ser irremediablemente positivo, asume la práctica de ser auténticamente optimista y, para contribuir a que tengas éxito en tu intención, te dejo a continuación mis 7 recomendaciones básicas para cultivar una actitud positiva:
1. Cuida tu lenguaje verbal
Procura ser impecable no solamente con las palabras que utilizas al hablar sino especialmente con la intención y emoción que le imprimes a todo lo que dices. Más allá del significado en sí mismo de cada vocablo, debes cuidar la forma y sustancia de lo que enuncias. En la medida en que te enfocas en hablar de manera positiva refinas tu lenguaje, mejora lo que proyectas y en consecuencia también mejora lo que recibes de regreso.
2. Entrena tu lenguaje corporal
Nuestro cuerpo también envía señales a nuestra mente. El cerebro NO SABE, simplemente percibe. Por eso, una expresión corporal positiva no solo funciona para transmitir cosas buenas a los demás sino también para cultivar el optimismo y la seguridad en nosotros mismos. Sonreír, mantener una postura erguida, relajar hombros y brazos, extender nuestras manos abiertas, son señales de buena vibra que se emiten tanto hacia nuestro entorno como hacia nuestro ser interior.

3. Practica la respiración consciente
Ya hemos hablado antes de los grandes beneficios que tiene respirar. Por supuesto, hablamos de la respiración diafragmática. Respirar correctamente nos ayuda a relajarnos, a calmar la mente y el cuerpo, a llenar de oxígeno nuestro cerebro y disponernos de modo más sereno a lo que venga.
4. Medita y visualiza
Dedica tiempo a descansar la mente, a enfocarte en tus propósitos,, en el logro de tus sueños y metas. Practica la meditación, la visualización o cualquier actividad que te ayude a cultivar buenos pensamientos, seguridad y autoconfianza.

5. Elimina las excusas
Una excusa no es más que un pensamiento negativo disfrazado para hacernos más sencilla la tarea de evadir nuestras responsabilidades con los demás y con nosotros mismos. Cada vez que te veas tentado a dar una excusa, piénsalo bien, porque estarás frente a un elemento altamente saboteador de tu propio éxito y optimismo.
6. Rodéate de gente positiva
Está comprobado que somos el promedio de las cinco personas con la que compartimos más de nuestro tiempo. El refrán que indica “Dime con quién andas y te diré quién eres” tiene mucho de cierto. Así que cultiva buenas relaciones con la gente correcta. Porque si quieres ser reconocido por tener carisma, inteligencia, capacidad de liderazgo, empatía, éxito, alegría y optimismo, de alguien tienes que recibir y aprender todo eso.

7. Practica la espiritualidad, la gratitud y la generosidad
Finalmente, valora tu fe. Creer en algo superior a nosotros que nos alienta, ama y protege, nos da paz. Asumir la gratitud como hábito nos permite encontrar cada día razones, aunque sean pequeñas, para agradecer y sentirnos bien con lo que somos y tenemos. Además, cultivar la generosidad propicia en nosotros la bondad, la compasión, la empatía; mostrándonos más amables ante el mundo y, especialmente, frente a nosotros mismos. La actitud positiva también nutre la autoestima.
Comments