Para improvisar, ¡prepárate!
- Nhuna Daiana Jiménez
- 13 jul 2020
- 2 Min. de lectura

El escritor, orador y humorista estadounidense, Mark Twain, indicó una vez que para un buen discurso improvisado se necesitan más de tres semanas de preparación. Y así es. Aunque asociamos el improvisar con hacer algo sin tenerlo previsto ni preparado, en realidad es una acción muy distinta, especialmente cuando se trata de comunicar nuestras ideas a un público que queremos impactar de alguna manera determinada.
En interpretación y comunicación, la improvisación es un arte que requiere estudio y práctica. Puede que tengas muchísimo talento, creatividad e ingenio para la oratoria, puede que seas considerado un genio de la elocuencia, pero no por ello te permitas caer en la tentación de salir a hablar en público sin haberte preparado previamente.
Por supuesto, no tienes porqué memorizar tu discurso. Pero sí es importante seguir un guión, dominar por completo tu tema y manejar a plenitud tus herramientas de comunicación.
Ten en cuenta que, para improvisar un discurso, es esencial que como mínimo definas previamente:
🌟 Tu inicio: Debes tener preparada la frase con la que vas a comenzar a hablar. ¿Qué emoción quieres causar como primera impresión en quienes van a escucharte? ¿Cómo vas a lograr que se interesen por ti y por escuchar lo que vas a decir?
🌟 Tu estructura básica: Es ideal que tengas precisado cómo será el desarrollo de tu discurso, que enumeres y priorices los elementos que estimes fundamentales a tratar, de manera que no olvides ningún aspecto importante que argumente tu mensaje clave. Además, debes prever cuál será la forma como vas a conectar un punto clave con otro.
🌟 Tu cierre: No olvides preparar un buen final, porque tu audiencia se quedará con tus últimas palabras.
Para hablar en público y tener éxito, ¡No improvises! ¡Prepárate!
Deja tus aptitudes como improvisador para recrear y hacer más ameno tu discurso al momento de estar en el escenario. Porque está demostrado, el éxito en una presentación depende en un 90% de tu método y apenas un 10% de tus cualidades innatas.
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